La afición de
Madonna por el baile y la noche, hacía que visitara continuamente las
discotecas más afamadas de Nueva York, codeándose con los mejores Dj del
momento, y entre ellos estaba Mark Kamins al que conoció en la discoteca
"Danceteria" y con el que llegó a entablar una amistad. Kamins hacía
poco que se había estrenado como productor y accedió a escuchar las maquetas
que Madonna había grabado junto a Bray. Kamins pinchó alguna de esas canciones
en su discoteca y observó la favorable reacción del publico. No tardó mucho en
hablar de Madonna a Michael Rosenblatt, un ejecutivo de un creciente sello
discográfico llamado "Sire Records", respaldado por "Warner
Bross". En muy poco tiempo, Madonna tenía ante si una nueva oportunidad en
forma de contrato, que consistía en grabar tres sencillos con música de baile
por los que recibiría un adelanto de 5.000 dólares. Como curiosidad, Madonna
tuvo que acudir a un hospital para que Seymour Stein, el presidente de
"Sire", firmara el contrato pues éste se recuperaba de un
tratamiento.
El primer sencillo de Madonna fue "Everybody", producido por
el propio Mark Kamins, lo cual provocó alguna que otra discusión entre Madonna
y Bray. También se grabó "Ain't No Big Deal" que iba a ser la cara B
pero no alcanzó la calidad deseada y se optó por un remix en su lugar. Luego
vendría un segundo sencillo bajo una nueva producción, la de Reggie Lucas,
"Burning Up", esta vez con una canción diferente como cara B,
"Physical Attraction". A medida que pasaba el tiempo Sire estaba cada
vez más seguro que su apuesta por Madonna era un valor seguro, y le asignaron
como manager a Freddy de Mann, muy experimentado y profesional que ya había
trabajado para Michael Jackson y que lo haría para Madonna durante muchos años.
Dos sencillos y cuatro canciones grabadas, según figuraba en el contrato,
faltaba una más. Pero "Warner" y "Sire" querían un álbum, y
este no tardó en llegar. El primer álbum de Madonna titulado
"Madonna", posteriormente reeditado bajo el título "The First
Album", se publicó el 27 de julio de 1983.
Madonna y "Warner" esperaban que el álbum hubiese tenido un
impacto mayor. Las ventas no eran malas, pero el álbum estaba pasando bastante
desapercibido. El tercer single ya había sido publicado, "Holiday",
que poco a poco fue conquistando los oídos de los Dj de las emisoras de radio. La canción enganchó mucho más que sus dos
antecesoras y provocó que las ventas del álbum se incrementaran.
Madonna intentó darse a conocer en UK, aunque con bastante poca fortuna.
Su álbum empezaba a funcionar bien en USA pero en UK nadie conocía a Madonna y
sus intentos de promocionarse fueron vanos. No sería hasta 1984 cuando el
primer álbum de Madonna triunfara en UK, pero para entonces Madonna ya tenía
listo su segundo álbum.
Esta situación llevó a un autentico caos de singles y fechas. Por un
lado en USA se siguieron publicando más singles, "Borderline" y
"Lucky Star", que debido a su éxito obligó al retraso de la salida
del segundo álbum hasta finales de 1984. Por otro lado en Europa, y más
concretamente en UK se empezaron a publicar los nuevos singles y a reeditar los
primeros aprovechando el tirón que empezaba a tener en el viejo continente. El
fenómeno Madonna había nacido.
Queda patente que el éxito no le vino a Madonna de la noche a la mañana,
sino que fue algo progresivo, y que cada paso que daba era corto, pero seguro,
Quizás no fue el álbum que Madonna deseó como primer trabajo, con una
discográfica como "Sire" y "Waner" cubriéndole las espaldas
puede que se viese obligada a permitir que aspectos tan importantes como la
producción fuesen dirigidos por la compañía sin que ella pudiera decir nada al
respecto. En este aspecto se nota que con este álbum se intentó conseguir un
sonido para llenar pistas a costa de la calidad de las composiciones. Como
ejemplo "I Know It" que podría haber sido una estupenda balada.
Otro aspecto a destacar de este álbum es que Madonna escribe 5 de las 8
canciones que lo forman, algunas fueron compuestas en 1981 antes de firmar el
contrato con "Sire". Cuando Madonna empezó, no era solo una voz, ni
tan siquiera una imagen, ya que la portada del primer single,
"Everybody", ella no aparecía y en la del segundo, "Burning
Up", apenas se la ve. Madonna se fue haciendo así misma con el paso del
tiempo, no fue una artista prefabricada como los que actualmente nos venden las
multinacionales de la música. Madonna fue auténtica desde sus comienzos.
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